La regulación de la inteligencia artificial será inevitable,  los riesgos que enfrenta una industria abierta es comparable y puede ser objeto de una catástrofe global, sin caer en extremismos puede ser sumamente beneficiosa pero también enormemente dañina. Es por ello la necesidad de partir de un  marco de actuación que pueda establecerse como los principios básicos sobre los cuales pueda fundamentarse el buen funcionamiento y uso de la inteligencia artificial. Un ejemplo ya lo realiza Google con sus principios de IA.

Diferenciar la creación humana

En todos los casos y contextos será necesario diferenciar la creación humana, la cual considero será mayormente valorada y deseada, a las que pueda generar una herramienta, al día de hoy; cualquier persona puede tener una impresora en casa, cualquier persona puede tomar una fotografía, esto no era posible sin contar con la profesión de alguien entrenado hace unos 100 años.

Es por ello que más allá de considerar a la IA como el enemigo, o como un aspecto negativo en el desarrollo de las nuevas tecnologías e industrias, será una herramienta que bien utilizada puede generar mayores beneficios. Estos beneficios en coordinación de la información gestionada por la IA, será de ayuda para enfrentar grandes retos sociales, en el entorno de la predicción de catástrofes, enfermedades, tendencias del mercado, métricas de producción, incluso el cambio climático será sumamente beneficiado del empleo de datos previamente generados.

Un nuevo rol

El nuevo rol de quien interactúa con la IA, será variado y amplio, cualquier ser humano que pueda comunicarse de manera escrita o verbal podrá impulsar aprendizaje y reflexiones que en un dado momento podrá servir para definir un comportamiento o resultado. El mismo resultado podrá ayudar a la toma de decisiones y mejores vías tomando en cuenta los datos por un lado y por el otro, un criterio humano que complementará una decisión completa. 

Cualquier decisión que se tome dentro del marco humano, con el apoyo de la IA tendrá responsabilidad de ambas partes. Pero en el caso de la IA, falta aún mucho por desarrollar en el ámbito de quién realmente tendrá la responsabilidad. Sin duda hay mucho por hacer y reflexionar al respecto.