Llegamos a 3 años de la administración presente, y las elecciones pasadas pintan un mapa muy diferente a lo que se observaba en años anteriores. Esto también se transforma en acciones para el propio ecosistema emprendedor en 2022 el cual se modifica y se establece de manera alternativa con una realidad muy distinta.
Ya les escribí anteriormente sobre los cambios que se nos venían justamente en 2019. Se generaba la apertura de la Secretaría de Economía ante estos efectos de la inclinación directa hacía las pymes. Con ello y ante la creación de la Unidad de Desarrollo Productivo se establece una estrategia con un enfoque directamente en los pequeños empresarios, dejando así un gran espacio de atención de lo que se observaba hacia el Ecosistema Emprendedor.
Ante la desaparición de INADEM diversidad de programas que impulsaron diversas verticales; incubadoras, aceleradoras e inversionistas se dejan de apoyar.
Es 2022 y se inicia el nuevo año con la desaparición completa de los esquemas hasta el momento ejecutados, se re-configura el país de manera nacional tanto en el plano político y socioeconómico, y la pandemia no nos ha dejado del todo establecer rutas certeras con certidumbre hacia futuro.
Particularmente en estados donde se realizan cambios de administración y de partido, se sientan la bases para nuevas iniciativas. Comparto las siguientes reflexiones a partir de las experiencias que nos dejaron y que he podido escuchar de personas, Pymes y emprendedores.
El fondo perdido
El enfoque era la obtención de un fondo “perdido” en su gran mayoría, los programas se volvieron esquemas en donde se requería de consultores para obtenerlo, incluso un capital semilla; esto con su respectiva cuota. Es lamentable escuchar de personas que obtuvieron un recurso porque su RFC lo indica pero que nunca se enteraron, incluso haciendo uso del desconocimiento de las herramientas digitales muchas personas fueron vulneradas en sus datos personales para la obtención de recursos.
En el tema de la comprobación fue un área completamente mejorable en todos los aspectos.
Las incubadoras que no se incubaron
Se crearon incubadoras, tanto privadas como públicas en universidades y demás, en su gran mayoría muchas de ellas dejaron de operar por no lograr establecer mecanismos de obtención de recursos propios. El obtener un certificado como incubadora de empresas era un proceso altamente burocrático y si requería un cierto grado de conocimiento de todas las reglas, redacciones y demás para poder ser avaladas.
Los programas y sus consecuencias
Cada administración aplica su particular enfoque, y en caso del cambio de administración a partir del 2019 no se hizo esperar, muchos de los programas presentaron irregularidades y aunque de manera tangible no se pudieron analizar del todo los casos, considero pertinente ya darle vuelta a la página.
Han transcurrido algunos años y es tiempo de que nuevas estrategias para el impulso al ecosistema se pongan en marcha.
Es parte substancial de responsabilidad en los estados comenzar a repensar sus ecosistemas para el 2022 y la participación del mismo, y ahora en el contexto de un mundo posterior a la pandemia es muy necesario. Todo es mejorable y debatible, lo peor que podemos hacer es quedarnos en lo mismo.