A partir del año 1976 se suscitaron fuertes transformaciones en China. El máximo dirigente hasta el momento Mao Zedong partía de este mundo; y con ello surgieron grandes incógnitas sobre lo que se debía hacer en la agenda nacional.
Por circunstancias diversas del destino, Deng Xiaoping llegó al poder con un enfoque particular en la agenda del desarrollo de la ciencia y la tecnología y con una mentalidad de vuelta a la página después de una transformación y resultados de la Revolución Cultural.
Al día de hoy, China es el número dos del mundo debido a las apuestas importantes en estos rubros. El desarrollar un modelo propio impulsó a que se generarán crecientes inversiones y enfoques muy propios de un país con deseos de superación.
Las empresas chinas
El día de hoy visualizando los recientes lanzamientos de la empresa Xiaomi es envidiable ver el importante avance que se ha logrado; y que al día de hoy todas las marcas chinas nos invaden en varios rubros, desde los autos, las pantallas y también los dispositivos móviles. Esto es la misma consecuencia de los cambios sustanciales que se dieron desde su apertura económica.
Sí bien China es un país muy aparte y distante de México y de latinoamérica, histórica y culturalmente; aún así nos demuestra la gran ventaja de aplicar una fórmula bastante práctica y pragmática, las inversiones en ciencia y tecnología tienden a beneficiar en grandes proporciones en el largo plazo y justamente surge la gran incógnita. Lo que está sucediendo en nuestro país nos está obligando a ser cada vez más ágiles y dinámicos en la adopción de la tecnología, lo cual nos convierte en consumidores sin poder alcanzar un nivel cómo creadores.
La T de Tecnología
La T de Tecnología debe ser un elemento a impulsarse en un futuro inmediato, ya que representa no solamente la inversión en infraestructura, sino en el cambio de paradigma desde varios puntos de vista; desde la educación, la industria, y todo lo que tenga que ver con la implementación de nuevos espacios para la creatividad y la colaboración.
Soy optimista pero considero que la carrera tecnológica la tenemos bastante en desventaja al día de hoy, es por ello que el único modelo que considero factible, es el de impulsar una mayor colaboración y esforzarnos por generar nuevas industrias en todos los estados de nuestro país.
Es necesario también una política nacional de un impulso muy particular al desarrollo de tecnologías, como una apuesta de crecimiento para todos los sectores. Considero que estas acciones deben ser implementadas en los próximos tres años, ya que si no logramos establecer las bases de los cambios necesarios al día de hoy, será muy complicado competir entre las naciones qué nos llevan bastante ventaja.
Estamos a buen tiempo
México a pesar de sus grandes retos; y desde su entrada al nuevo siglo, el tema ha sido completamente colocado en segunda prioridad, lo cual es causante de un palpable rezago en los ámbitos desde lo empresarial hasta lo ciudadano.
La tecnología debe de ser una habilitadora de nuevas economías y un elemento catalizador que no debe de ser ignorado por ninguna nación del mundo, está es y será la única respuesta a las carencias que vivimos en nuestros países; y no solamente me refiero al hardware o al software si no también a las personas, la cultura de Innovación debe de ser prioridad nacional y utilizarla para el bienestar de la sociedad debe ser tarea de todos los días.
Hoy los países que en su momento apostaron por esta misma así como China hoy disfrutan de los grandes beneficios. Esto no se acaba hasta que se acaba y considero que México tiene mucho que dar y aún tiene una gran oportunidad por aprovechar; y tal cual en el torbellino de transformaciones que al día de hoy estamos observando, no podemos dejar de lado la T de Tecnología.
Para ello es necesario seguir desarrollando espacios, generar talentos y conversaciones en el tema, en caso particular desde Tabasco hemos creado el CIT2 https://cit2.org/ del cual formo parte y en donde estamos impulsando esta misma agenda sumando a los esfuerzos nacionales.
¡Viva México!